"A la intemperie de la luz", el debut poético de Mª Teresa Sánchez Martín

  

Mª Teresa Sánchez Martín acaba de publicar su primer poemario “A la intemperie de la luz” (Cuadernos del Laberinto. Madrid, 2022) consciente de que el papel de la mujer en la literatura —y sobre todo en la poesía— ha estado relegado a un segundo plano a lo largo de la historia, pero también consciente de que el hecho de escribir significa libertad y una batalla que se gana en cada verso. Nos confiesa que el tiempo es un aliado imprescindible para la literatura, y. tal vez. por eso ha tardado años a confeccionar este debut literario.

Hemos tenido la oportunidad de charlar con ella para conocer de cerca cómo es el germen de la obra artística y la fuente de la que nace la luz.

—Acaba de llegar a las librerías su poemario “A la intemperie de la luz”, un entramado de vivencias desveladas, de emociones y de alegatos. ¿Qué va a encontrar el lector bajo este título tan sugerente, qué nos puede contar sobre su propio libro?

“A la intemperie de la luz” es una selección de poemas que recogen las emociones que experimentan mis sentidos al contacto con la realidad de lo que me rodea, mi propia experiencia sensorial. Recogen también lo que más me conmueve sobre las relaciones humanas; cómo influyen en las personas como individuos y como colectividad, los avances de la ciencia y la tecnología, la globalización, las migraciones...Reflejan la imagen que percibo de una sociedad en la que nos sentimos más protegidos, que nos colma de bendiciones pero que nos arrastra en su frenética actividad distraídos en cosas que nos aportan poco y que nos impiden conocernos a nosotros mismos, reflexionar, rendirnos a la emoción de contemplar la belleza; tan veloces vamos en nuestra vida. Romper esa burbuja es difícil. Para romper esa burbuja, expongo mis poemas a la intemperie emocional, los expongo a la luz que todo lo inunda, a la luz que está siempre por estrenar.

Este poemario es mi arriesgada aventura de enfrentar a la luz la emoción de la que surgieron mis poemas. Cada poema capta y expresa la realidad que en cada una de sus facetas ha llegado a conmoverme. Al fin, en la mayoría de los ellos queda la esperanza de un mundo mejor y de una relación más humana entre los hombres y con la naturaleza.

—Puede decirse que es usted de los suelen llamarse “escritores tardíos”, es decir que publica por primera vez pasados los cuarenta años ¿es el tiempo un aliado en la literatura, ¿cuántos borradores ha tirado antes de sacar a la luz este poemario?

Sí, se me podría llamar "escritora tardía". Todos esos años han servido para reafirmarme como escritora, para valorar mis escritos y reconocerme en ellos. Creo que el tiempo es un aliado imprescindible para la literatura, el tiempo de dedicación a ella, la edad en la que se publica y por supuesto el tiempo de maduración de la escritura.

La dedicación a la escritura, en mi caso, siempre ha sido robando al tiempo, a pequeños fragmentos, entre el trabajo y las tareas cotidianas. La edad, el paso de los años, me han servido para aprender, para tener seguridad en mí misma y dar valor a mi trabajo literario. Finalmente, es importante el tiempo de maduración de la escritura que en  mi caso es lento y reflexivo.

Decidí sacar a la luz mis poemas y a leerlos en público, aproximadamente a los cuarenta años. Posteriormente, en el año 2008, creé un blog de poesía “Alas en azul”. Desde entonces, en cada lectura en diferentes recitales y en las publicaciones del blog fui cobrando confianza al comprobar que mis poemas llegaban a emocionar.

No sé los borradores que habré tirado, probablemente muchos intentando perfilar la forma con cuidado de no alterar la idea primera del poema. Pero es cierto que la poesía está viva, si volviera a revisar los poemas es posible que volverían a abrirse como un abanico de nueva inspiración de acuerdo a una nueva emoción. Creo que igualmente sucederá con los lectores cuando interpreten los poemas y hagan suyas las metáforas y den a los poemas su íntimo significado. 

—El libro viene precedido por dos citas, una de Platón y otra de Walt Whitman sobre la luz y las sombras, como un himno a la valentía y la verdad. ¿Es esta la base o esencia del poemario?

Sí, totalmente. Es una llamada de atención a ver más allá de la monotonía, la rutina y la superficialidad de nuestra vida y agudizar nuestros sentidos para captar con intensidad tanto las zonas oscuras propias y de la sociedad en la que vivimos, aunque duela, como la extraordinaria belleza que nos rodea por todos lados, que ignoramos a menudo en nuestro transitar de vértigo. Tan importante es enfrentarse a las sombras y exponerse a la luz para cobrar fortaleza en primer término y, en segundo término sanar nuestro espíritu.

Beber de esa lucidez, despertar a nuestra verdad de vida sin miedo, hará que dejemos atrás las sombras y hagamos partícipes de esa plenitud a los demás.

—Y se cierra el libro con un alegato feminista; con “Ella”, un largo poema sobre la mujer a lo largo de la historia. ¿Qué puede decirnos sobre el germen de esta poesía?

A lo largo de la historia, en muchos casos, la mujer ha sido relegada a los márgenes o a lo sumo unos pasos detrás del hombre. "Ella" es para mí un poema muy significativo. Le he dejado al final como broche de este libro porque detrás de cada recuerdo, paso adelante, vivencia, noticia cercana o distante, están las mujeres que sufren desigualdad frente al varón.

“Ella” ha estado presente siempre en mi vida, me han tocado sus heridas, sus vivencias. Abuelas, madres, hermanas, compañeras con las que he compartido mi vida, momentos de alegría o tristeza; a veces sólo una mirada, un gesto; la mayoría de ellas condicionadas por su género y muchas veces sin ser conscientes de ello. “Ella” es un homenaje a todas esas mujeres que a lo largo de la historia han sido relegadas por su condición de mujer y sobre todo a las que sufren actualmente una terrible desigualdad respecto al hombre en todo el mundo. El poema concluye con la esperanza de alcanzar la igualdad.

—¿Pessoa decía que "la vida no basta, y que por eso existe la literatura". ¿Cuáles son los motivos por lo que siente usted esa necesidad de escribir?

Estoy de acuerdo totalmente con Pessoa. Creo que la vida que percibimos con nuestros sentidos no basta, que hay mucho más que percibir, que está ahí, frente a nosotros, que es necesario adiestrar nuestros sentidos para sentir más allá, en profundidad, cada instante, cada flor, cada roca, cada sentimiento, cada caricia, aunque no hayamos visto el mar, no hayamos viajado al espacio, aunque sólo tengamos una vida por vivir. Esa necesidad de escribir de dilatar la vida la siento desde que, siendo niña, comencé a escribir poesía. Escribir ha definido mi personalidad, me ha cobijado en momentos duros, me ha hecho más fuerte, más segura; ha sido como un espejo donde reconocerme, un microscopio para descubrir lo ínfimo, un telescopio para ver el infinito.

—¿Cómo definiría la poesía?

La poesía es captar la indefinible esencia que poseen todos los seres vivos y las cosas, la canalización que conecta todo; es lo que hace que esa esencia invada nuestro espíritu, que hablemos de esa conexión y que sea origen de nuevas creaciones. La poesía es la que hace surgir simbiosis inverosímiles entre las palabras para transmitir una imagen captada por el poeta. En la poesía percibimos esa esencia que hace que descubramos lo más íntimo, que exaltemos la belleza o que clamemos por lo que conmueve nuestro corazón. Todo está conectado, vivo y propicio a que se originen nuevos universos que se conviertan en palabras, en versos, en poemas.  

 

NO QUISE CANTAR

Ven y viértete sobre mi pecho
fuente del Edén que desciendes del azul.


Cuantas veces te tuve ante mis ojos
y no te viera.
Cuantas veces me lavaste la frente
y no quise cantar. 

 

PLÁSTICO CON SABOR A FRESA

Ahora que los profetas han enmudecido
y el maná se nos ha negado
masticamos plástico con sabor a fresa.


Ahora que hemos dejado de ser nómadas,
que nos hemos asentado
en la ciudad de los prodigios
nuestra sordera es tan inmensa,
tan inmenso el sueño inducido
que ni siquiera escuchamos
las trompetas de los arcángeles
que están sonando.


Indolentes masticamos,
con sabor a fresa, plástico.

 


Mª Teresa Sánchez Martín

(Ávila, 1960)
Escribe poesía desde niña. Se define autodidacta.
Su obra es de carácter intimista, de compromiso social y de defensa del medioambiente.
También escribe cuentos, relatos y poesía infantil.
En el año 1999, publicó el poemario A través de la ventana; y en 2000, Diálogos al Alba.
Voluntaria en diversas asociaciones: como AMP Pinto, que trabaja con personas con discapacidad, o en varios proyectos solidarios como la publicación colectiva del disco/libro Menudencias (2015) y en el cortometraje Ella (2019), donde aparecen sus versos (2019).
Alas en azul es su blog literario, creado en el año 2008.

En 2022 ha publicado en la editorial Cuadernos del Laberinto el poemario  A la intemperie de la luz.

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