Poesías pintadas, de Mariví García Gallego


Mariví García Gallego nos ofrece un recorrido vital por las ciudades y pueblos que han determinado su creación. La poeta leonesa hace un homenaje a la obra pictórica de Miguel Ángel Herrero Olivares en su nuevo libro “Poesías pintadas”, editado en Madrid por Cuadernos del Laberinto.
Es este nuevo poemario la culminación de un camino por el mundo, tanto por los paisajes y monumentos que forman -como un puzzle- su recorrido vital; como por las emociones que ha vertido en esos horizontes.

Con una visión femenina y calculada, con pinceladas transformadas en voz, Mariví García Gallego parte de un horizonte esperanzador, con un vocabulario rico y cercano que lleva al lector a contemplar desde la catedral de León, hasta la Plaza de San Marcos; pasando por el madrileño Retiro o la Plaza Mayor de Salamanca. Así, París, Santiago de Compostela, la Alhambra de Granada o la Gran Vía de Madrid brillan en la voz de esta poeta que nos ofrece su cuarto libro, totalmente editado en color.

Una literatura que participa de la renovación poética que se caracteriza por el uso del vocablo justo, de la memoria como base fidedigna y versos estructurados con los sentimientos.

El libro viene prologado por Rosa María de Mena, que nos indica que “son los de Mariví versos
emocionantes, breves; en su mayoría de arte menor, que no por ello de menor arte, pues, como la lírica popular, alcanzan a cualquier lector, e invitan a detenerse en cada palabra, a saborearla. Prosopopeyasque dotan de alma a lugares, epopeyas con héroes de carne o piedra”.


 Me gusta amanecer,
y estremecer
con un beso
y, un te quiero.
Me gusta amanecer,
mirar
y, acariciar
otros
ojos
en otro
rostro.
Me gusta amanecer
y hablar,
sin pronunciar
palabra.
Saberme
contigo.
Saberte,
conmigo.


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