Los europeos se pronuncian a favor de una remuneración justa a los autores
Una encuesta de Harris Interactive, dos meses antes de las elecciones
Europeas, muestra que los ciudadanos europeos quieren una mayor
regulación de las prácticas de los gigantes tecnológicos como Google y
Facebook. Aunque los europeos desconfían de los gigantes de la
tecnología estadounidense, su influencia se está dejando sentir
claramente mientras el Parlamento se prepara para votar la versión final
de la Directiva sobre derechos de autor. La encuesta se llevó a cabo en
febrero de 2019, entre una muestra de 6.600 personas representativas de
la población de 18 años y más en Francia, Alemania, Polonia, España,
Italia, República Checa, Grecia y Rumanía.
De los resultados
de la encuesta se extrae que los europeos quieren que las instituciones
de la Unión Europea se refuercen frente a las grandes empresas de
Internet. El 64% de los europeos encuestados cree que en los últimos 5
años la Unión Europea no ha hecho lo suficiente para regular el poder de
los gigantes tecnológicos de Estados Unidos. El debate sobre los
gigantes de la tecnología se está intensificando en torno a cuestiones
como el impuesto sobre la renta previsto en Francia, las “noticias
falsas” y el dominio del mercado, y la directiva sobre derechos de autor
que regula la distribución de contenidos en las grandes plataformas
forma parte de ello.
Los derechos de autor son uno de los puntos claves en la industria
del libro. A los europeos les gustaría que los artistas y creadores
obtuvieran mejores condiciones para la distribución por Internet. El 80%
de los europeos están a favor de que la Unión Europea aplique normas
para garantizar la remuneración de los artistas y creadores de
contenidos por la distribución de sus contenidos en las plataformas de
Internet. Esto subraya el sentimiento de que las grandes plataformas han
capturado demasiado valor. Es justo que este valor se comparta entre
las partes interesadas, especialmente cuando se trata de los millones de
creadores europeos cuyo trabajo se distribuye en línea, generando
beneficios para las grandes plataformas de Internet.
Por último podemos subrayar el hecho de que los europeos están
convencidos de que los gigantes tecnológicos de Estados Unidos no están
jugando limpio. El 74 % de los europeos piensa que cuando los gigantes
de la tecnología se pronuncian sobre un tema, lo hacen para proteger sus
propios intereses económicos y no el interés público. A pesar de su
masiva infraestructura de comunicaciones y de los millones que gastan
defendiendo su reputación, la opinión pública europea no considera que
los gigantes de la tecnología sean neutrales y altruistas.
Durante la sesión plenaria del 25 al 28 de marzo del Parlamento
Europeo se celebrará una votación sobre el texto final de la Directiva
Europea de Derechos de Autor. La mayoría de las partes interesadas
informadas afirman que la Directiva sobre derechos de autor ha mejorado a
lo largo de los casi tres años del proceso legislativo; incluso Google
lo ha admitido. Este texto trata de reequilibrar las relaciones
económicas entre plataformas poderosas como YouTube, Facebook o Google
News y los artistas, editores de prensa y otros creadores cuyo contenido
hace que esas plataformas tengan éxito.
El debate sobre esta nueva Directiva Europea pone de manifiesto la
importancia que está cobrando la defensa de los derechos de autor en la
época del "todo está en internet". No podemos olvidar como, tras casi
un año de trabajo, el Congreso de los Diputados español aprobó, el
pasado 21 de febrero, una nueva reforma de la Ley de Propiedad
Intelectual. Una reforma que viene a reforzar la protección de los
derechos de propiedad intelectual de autores y editores, especialmente,
en el ámbito de las bibliotecas y del sector de la prensa. Esta
modificación también facilita instrumentos para incrementar la
transparencia de las entidades de gestión.
La reforma aprobada en
España modificó el artículo 37.3, que regula el pago de los derechos a
los escritores y traductores, nacionales y extranjeros, por el préstamo
de sus libros en bibliotecas. El objetivo de este cambio es evitar la
fragmentación del pago de esta remuneración para los autores, en el caso
de los préstamos que se llevan a cabo en bibliotecas de titularidad
municipal. Esta fragmentación ha dado lugar a un incumplimiento de este
derecho por parte de la mayoría de las instituciones afectadas. Ahora,
la nueva norma traslada la responsabilidad de los ayuntamientos a las
diputaciones provinciales o a las administraciones que cumplan sus
funciones.
Este texto, además, agiliza tanto la tramitación del
procedimiento que se sigue ante la Sección Segunda de la Comisión de
Propiedad Intelectual contra la lucha de las infracciones de derechos de
autor en el entorno digital, como la ejecución de algunas de las
medidas derivadas del mismo.
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