El mercado de lectura por suscripción, una oportunidad más para la industria editorial

El 32º Seminario de derechos celebrado ayer en la Feria de Frankfurt tuvo como ejes principales los mercados polaco, rumano y ruso. Además, se puso de relevancia los modelos de lectura por suscripción. En esta ocasión cerca de 200 gestores de derechos se dieron cita en la sala Europa del Business Club Hall.

Abrieron la jornada los editores invitados a presentar el mercado de sus respectivos paises: La polaca Joana Maciuk, editora jef del departamento de ficción extranjera de Prozynski Media; el rumano Bogdan Stanescu, director editorial de Polirom; y la rusa Irina Prokharova editora jefe de New Literary Observer. Joana Maciuk destacó la importancia de la presencia del autor extranjero en la promoción del libro en Polonia aun conociendo la dificultad de la visita del escritor al país "Un esfuerzo en las redes sociales, mostrar cariño por sus lectores polacos. No hace falta mucho, basta un vídeo grabado con el móvil donde se salude a los lectores polacos". De esta ponencia podemos entresacar una conclusión importante, los autores están acostumbrados a promocionar su obra, a ser los principales prescriptores en sus países, sin embargo, una vez que los derechos del libro han sido vendidos falta ese trabajo. Un trabajo que, estamos detectando crucial en nuestros mercados donde, la fuerza de la prensa tradicional ha perdido fuerza como poder prescriptor y que no estamos siendo capaces de trasladar al extranjero.

Bogdan Stanescu se ceñía a hablar de los libros que funcionan en el mercado rumano y, sobre todo, aquello que no funciona. "Es dificil decir que va a funcionar, pero si puedo asegurar el fracaso de ciertos títulos" aseveraba el director editorial de Polirom. En Rumanía no funcionan los libros sobre la guerra ni las novelas y libros de más de 500 páginas a excepción de los clásicos rusos. Al mismo tiempo constataba como crecen las ventas de libros de no ficción y como gracias a obras como Persépolis o Watchmen el cómic y las novelas gráficas empiezan a encontrar un nicho de mercado. 
Irina Prokharova hablaba de un mercado dinámico de traducciones en Rusia, siendo el inglés la principal lengua de origen y destacaba como las ventas de libros infantiles están creciendo en su país. La editora jefe de New Literary Observer puntualizó a la inversa como la reputación internacional de Rusia estaba afectando a la venta de libros rusos en otros países.

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