Rembrandt y sus primeros grabados llegan al Lázaro Galdiano

Rembrandt, el pintor de la luz, fue uno de los más grandes maestros del grabado junto con Goya y Durero, un artista que rompió la iconografía tradicional, como se puede ver en la exposición que se inaugura hoy en el Museo Lázaro Galdiano que reúne 37 de sus primeros grabados nunca expuestos al público. "Rembrandt. Obra gráfica" es el título de la muestra que estará abierta hasta el 3 de junio y que se está dividida en cuatro temas: Autorretratos, temas bíblicos, retratos de familia, retratos y escenas de género.
Una muestra construida con los fondos del Lázaro Galdiano, que posee 50 grabados de Rembrandt (1606-Ámsterdam,1669), adquiridos en Europa a principio del siglo XX.
El Museo ha elegido ahora 37 estampas para mostrar la evolución del artista holandés, como antes ya hizo con los grabados de Goya y como está previsto que haga próximamente con Durero, según ha explicado a Efe la comisaria de la muestra, Carmen Espinosa, conservadora jefe del Museo.
Rembrandt, "el gran maestro de la Edad de Oro Holandesa", en su época fue "más conocido como grabador que como pintor", según la comisaria, que añade que el artista grabó alrededor 300 láminas, desde 1628 hasta 1665. Ganó mucho dinero con sus estampas, ya que de su propia obra hacia variaciones, porque creaba una plancha pero no la daba por terminada. Buscaba diferentes formas de expresarse y modificaba la escena, lo que le daba para hacer otras muchas interpretaciones, que luego le compraban", asegura Espinosa.
Pero esta riqueza no duró mucho y sus altibajos económicos llevaron al artista a vender su taller de estampación y con ellos se dispersaron la laminas, según relata la comisaria."Fue un grabador excepcional con una fama enorme -continúa-, y en los temas religiosos o en los retratos iban más allá. Trabajaba de forma genial con la luz, con las sombras, con el claroscuro".
Entre los temas más representados o los grabados más simbólicos de la muestra, destaca los bíblicos, donde renueva la iconografía de los textos sagrados y en la muestra figura, entre otros, la historia de los patriarcas Abraham e Isaac, Jacob y Labán, la oración del rey David, El ángel alejándose de Tobías, La Sagrada Familia, o el célebre Descendimiento.
Unas escenas que destacan por los usos de la luz, los claroscuros para describir a los protagonistas, la expresión de su rostro, la mirada, los gestos o las vestimentas bordadas, los turbantes o los accesorios que acercan a la biblia.
En la muestra también se encuentra el retrato de la madre de Rembrandt o el autorretrato del pintor. "Ningún pintor se retrató tanto durante toda su vida como Rembrandt. Se conocen 32 autorretratos la mayoría realizados en los primeros años como grabador, cuando aún vivía en su ciudad natal, Leiden.
La obra gráfica expuesta desde hoy, y en la que se ve el dominio técnico del artista, se suma así a la gran colección de grabados que posee la Biblioteca Nacional de España sobre el artista barroco, estudiada con motivo del IV centenario del nacimiento de Rembrandt y publicadas en el catálogo de la muestra "Rembrandt. la luz de la sombra (2005-2006)".

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