Manuel Jesús Roldán publica “La Semana Santa de la Transición”
Lo primero que sorprende del libro es la aportación gráfica, casi dos
centenares de imágenes a cuál más bella por sus contenidos que por sus
formas, que es la base de un documental sin precedentes y que deja
rastros en el lector. Rastros de incredulidad… Rastros de explicaciones
razonables al aparato social que despierta en la Primavera sevillana la
Semana Santa, que lo impregna todo de unos sentimientos únicos,
inexplicables para el foráneo y esenciales para el sevillano… Rastros de
esperanzas en la perseverancia de las Cofradías, sin duda alguna, el
hecho sociológico más trascendente de la sociedad sevillana, le pese a
quien le pese… Rastros de humanismo hispalense con raíces que fueron
creciendo en el Cristianismo patrio desde la protohistoria hasta
explotar después de la Reconquista. Sí, porque las Cofradías son la
quinta esencia de la idiosincrasia sevillana, una idiosincrasia dual,
única, que se refleja precisamente en casi todas las imágenes que nos
recupera Manuel Jesús Roldán con exquisito tacto.
Durante el
siglo XX, para centrar las autorías en personajes recientes y
reconocidos por sus valores intelectuales, se han registrado críticas
muy bien construidas, razonadas, no solo por parte de heterodoxos, sino
de algunos creyentes rayanos en el fundamentalismo católico. Han pasado
desapercibidos los juicios negativos del profesor Francisco Elías de
Tejada (Las Españas, Ediciones Ambos Mundos, 1948), y se han magnificado
los de Eugenio Noel (Semana Santa en Sevilla, 1916, y Universidad de
Sevilla, 1991). Como libro prohibido por la Iglesia ha pasado
desapercibido hasta que los profesores Jorge Jiménez Barriento y Manuel
José Gómez Lara, lo han recuperado y desmitificado.
La obra del
profesor Elías de Tejada, por el contrario, ni ha sido desmitificada ni
aceptada, por la sencilla razón de que ha sido ignorada. Dentro de los
ensayos teóricamente críticos, hay dos obras básicas a tener en cuenta,
como son la recuperada Semana Santa: teoría y realidad, Antonio Núñez de
Herrera (1934, Mediodía, y 1981, Repiso), y la obra antropológica del
profesor Isidoro Moreno Navarro, La Semana Santa de Sevilla,
conformación, mixtificación y significaciones (Ayuntamiento de Sevilla,
1982-1999).
Todas estas obras, aunque con matices
críticos, coinciden en lo esencial de que hábitat y grupos humanos
meridionales magnifican los aspectos naturales y cómo la visualización
de la luminosidad del enclave da carácter a la religiosidad popular, que
entra por los ojos. Pero debe matizarse que no dejan de valorar el
fenómeno espiritual sui géneris como efecto de la especial idiosincrasia
andaluza, ni de aceptar sus raíces paganas, en sus variantes
sensoriales y primaverales. Lo curioso es que tanto Noel como Núñez de
Herrera pueden ser hoy valorados como paradigmas de la interpretación
según Sevilla de la Semana Santa. Ahora debemos añadir a Manuel Jesús
Roldán.
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