La forma del agua llega a las pantallas


Hoy llega a las salas del país la película dirigida por Guillermo del Toro, quien puso de protagonistas a una muda, una negra, un gay y un fenómeno, y replantea la idea del amor, de curar el dolor a través de la diferencia.
El futuro es ahora. Compra un Cadillac nuevo. Lee El poder del pensamiento positivo. Ten sexo mecánico en la posición del misionero y cuando estés follando a tu rubia esposa en una casa de dos pisos con un jardín delantero no la mires a la cara, tápasela con tu mano derecha y grítale que se calle. Viste traje todos los días: corbata y zapatos bien lustrados. En el trabajo, háblale a una mujer sobre la que tengas un rango mayor, mírala a los ojos y dile que podrías hacerla gritar si quisieras. Recuerda: el futuro es ahora. Ten dos hijos y un televisor en la sala. Piensa en tus enemigos, haz un plan para aniquilarlos. ¿Quiénes son tus enemigos? Escucha a tu jefe, cuando te hable nunca lo mires a los ojos y siempre responde: ¡Yo siempre cumplo! Yo nunca fallo. Cumple. ¿Quiénes son los malos? No hables de comunismo, ni de los rusos, ni de los soviéticos, sé fiel a tu bandera. No converses con limpiadores, científicos o artistas, siempre tienen ideas revolucionarias en la cabeza y son distintos. Odia a los distintos, a lo distinto. Odia lo desconocido: las ciudades, las personas. No creas en monstruos y si alguna vez te encuentras uno, mátalo, apúntale al corazón y dispara. Mátalo porque no entiendes que exista algo diferente a ti, mejor que tú. Y después de eso, desaparece. No serás nadie en la historia: verás al monstruo nadar lejos de tu poder y es mejor que te esfumes. Escabúllete en algún sitio lejano porque es imposible que entiendas que no puedes asesinar una idea, no puedes acabar con los distintos. Porque lo distinto —aunque no lo creas, aunque te burles— es más poderoso que tú.

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