Adios a Dolores O'Riordan
El mundo de la música permanece en luto desde que ayer se conociera la muerte de Dolores O’Riordan . La cantante y guitarrista de The Cranberries ha dejado huérfanos a una legión de fans cuando contaba solo con 46 años. Por el momento no han trascendido las causas de su muerte, solo se sabe que la encontraron sin vida de forma repentina en Londres, donde participaba en una sesión de grabación. La policía metropolitana solo ha podido certificar la defunción y que en esta etapa inicial se trata como algo “inexplicable”.
Según ha publicado hoy TMZ, medio especializado en dar exclusivas sobre famosos, Dolores O’Riordan estaba “terriblemente deprimida” en sus últimas semanas de vida. Una información que les habría trasladado desde el círculo de amistades de la artista irlandesa. Además, también explican que la voz de temas como de ‘Zombie’ o ‘Linger’ sufría graves dolores en la espalda.
La vida de Dolores Mary Eileen O’Riordan Burton estuvo marcada por el accidente de tráfico que sufrió su padre, que quedó postrado a una silla de ruedas, y por los abusos sexuales que sufrió siendo una niña. En 2013 confesó que de pequeña una “persona de confianza” cerca de su casa de Limerick, al sur de Irlanda, se sobrepasó con ella desde los ocho hasta los 12 años. Aquella traumática experiencia fue algo que siempre llevó a cuestas y le costó muchos años de terapia.
“Siento que me he quitado un gran peso de encima. Siento que me va a ayudar mucho abrirme y confesárselo a toda la gente que compró mis discos y que me quiere”, detalló O’Riordan al ‘Belfast Telegraph’. Esos abusos sexuales fueron el origen de la mayoría de sus males: problemas alimenticios, con el alcohol, depresión o crisis nerviosas.
También en 2013 la artista irlandesa reveló que un año antes había intentado quitarse la vida con una sobredosis. “Supongo que debo estar aquí con los chicos”, detalló en relación a los tres hijos que tuvo con el manager de Duran Duran, Don Burton. Estuvieron juntos casi dos décadas y se separaron en 2014.
Llegó entonces una época difícil en la vida de Dolores O’Riordan. El éxito musical con el que arrasó en los 90 había quedado atrás. Seguía siendo una virtuosa alternando graves y agudos como pocos, pero empezó a ser más noticia por sus polémicas. El trastorno bipolar que le fue diagnosticado la llevaba a ir desde etapas eufóricas hasta otras deprimentes.
A pesar de que fue considerada una de las diez mujeres más ricas de Irlanda, la vida de la artista no fue un camino de rosas. “Cuando la vida es perfecta se convierte en aburrida; tienes que desafiarte porque eso te da una razón para vivir”, comentó a la agencia Efe la mujer que ahora ha dejado huérfanos a sus tres hijos y a una legión de admiradores de su música.
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