Entrevista Carlos Augusto, autor de “Ya no quedan junglas adonde regresar”
En el último año, para los amantes de la novela negra, ha sido imposible no escuchar esta frase: “Oye, ¿has leído “Ya no quedan junglas adonde regresar”? Pues no te la pierdas”. Y es que Carlos Augusto ha conseguido con su primer trabajo algo tan difícil como poner de acuerdo tanto a lectores como a críticos. Entre sus admiradores están Luis Alberto de Cuenca, Arturo Pérez Reverte, Julián Ibáñez, José Luis Muñoz, Claudio Cerdán o Juan Ramón Biedma, entre muchos otros. Algunos inclusos hablan de que “Ya no quedan junglas adonde regresar” es un clásico instantáneo dentro de la novela negra española. Para que se hagan una idea, el periódico La Vanguardia incluía esta obra entre las cinco mejores novelas negras del año.
P— ¿Cómo vive este éxito?
R— Con sorpresa, agradecimiento y un poco de
desconcierto.
P— ¿Cuáles cree que son los puntos fuertes de la
novela para que haya gustado tanto a crítica y público?
R— Cuando la terminé, tenía miedo de que a los
lectores no les interesara una novela protagonizada por un anciano de 72 años. Y
ahora veo que es uno de los elementos que más han gustado. He pretendido romper
conscientemente con los clichés establecidos en el género. También tocar temas
que, de una forma u otra, a todos nos interesan como son la soledad o la vejez.
Sin olvidar la venganza. Nos encantan las historias de venganza. Tal vez porque
todos vemos o sufrimos injusticias a diario y no hacemos nada aparte de
quejarnos en la barra de un bar o pulsar un “me gusta” en el ordenador. Por eso,
aunque sea en la ficción, disfrutamos viendo como alguien toma las riendas de
su vida, hace justicia y recobra su dignidad a través de la venganza.
P— Y la violencia también está presente en su obra.
R— Me interesa reflexionar sobre la violencia.
Resulta curioso ese rechazo generalizado, convertido ya en una obviedad, cuando
tanto gobiernos como ciudadanos la consideran una herramienta válida para
solucionar problemas. Creo que ese rechazo tiene más de pose políticamente
correcta que de realidad. Un ejemplo es la cantidad de violencia verbal que se
vierte en internet cuando estamos solos, cuando nadie nos ve. O en un caso como
el del asesinato de Diana Quer, es sorprendente lo que dice la gente. Yo he
escuchado a madres hablando explícitamente de tortura llevando de la mano a sus
hijos. Y eso a pesar de que el presunto asesino está detenido y, muy
probablemente, será condenado.
El escritor Carlos Augusto Casas durante la entrevista para Literatura y Futuro |
P— Una de las cosas que más llaman la atención de “Ya
no quedan junglas adonde regresar” es el estilo.
R— Ese es el motivo por el que un par de novelas se
han quedado en el cajón y no van a salir de allí nunca. No me sentía a gusto no
tanto con lo que había escrito sino con cómo lo había escrito. “Ya no quedan
junglas…” es la primera con la que me he sentido satisfecho.
P— Premio Wikie Collíns, finalista del Morella Negra
Com la Trufa, y parece que no van a ser los únicos galardones a los que opte la
novela.
R— Más allá de los subjetivos que son estos
galardones, lo que sí demuestran es que la novela está gustando. Y mentiría si
te dijera que los premios me dan igual. Para un escritor que está empezando son
muy importantes porque te animan a seguir escribiendo, a pensar que lo que
haces vale la pena, a sentirte escritor.
Carlos Augusto |
R— Es una de las cosas que más me llenan de
satisfacción cuando me lo dicen; y es que trabajé mucho en el ritmo. Para mí es
algo fundamental en una novela negra: que el lector quede atrapado por la
historia, que no pueda pensar en otra cosa más que en pasar una página tras
otra.
P— ¿Piensas en el lector cuando escribes?
R— Claro, pero no escribo pensando en que esto puede
gustar más o no. Más que pensar en el lector lo que hago es respetarlo,
respetar su inteligencia. No tratarle como a un imbécil al que hay que darle
todo mascado, ni engañarle con trucos sacados de la manga, ni engatusarle con
finales felices. Lo que quiero es que con mis novelas se lo pasen bien, se
emocionen y reflexionen.
P— Imagino que ya le estarán pidiendo una segunda
novela y ha dejado el listón muy alto. ¿Ya la tiene en mente?
R— Sí, ya estoy con
ella. Y es verdad que las expectativas que se han creado son altas, pero, sin
duda, eso es mejor que pasar desapercibido. La única presión que me autoimpongo
es pasármelo igual de bien como lo hice escribiendo “Ya no quedan junglas
adonde regresar”.
MÁS INFORMACIÓN:
Ya no quedan junglas adonde regresar, de Carlos Augusto Casas
Prólogo: JULIÁN IBÁÑEZ
Prólogo: JULIÁN IBÁÑEZ
Editorial MAR Editor. ISBN: 978-84-946123-4-3
198 páginas. • PVP 15 €
http://www.mareditor.com/narrativa/carlos_augusto_casas.html
Ganador del VI Premio Wilkie Collins de Novela Negra.
Nominado al Premio “Pata Negra” como mejor novela del 2017
Finalista del Premio Morella Negra Com la Trufa
Escrita con un estilo directo, en el que priman los diálogos y los sorprendentes giros argumentales, Ya no hay junglas adonde regresar rompe los esquemas establecidos dentro del género negro gracias a una trama ajena a convencionalismos, unos personajes originales y profundos —completamente alejados de los clichés—, y un ritmo trepidante que atrapa al lector.
Una historia que reposa en tres ejes: el amor, la violencia y la venganza. Un viejo apodado «El Gentleman» espera semana tras semana la llegada del jueves. Es el día en el que verá a Olga, una joven prostituta que despliega sus encantos de saldo en la calle Montera. Pero al viejo no le interesa el sexo.
Durante el tiempo que pasan juntos, ambos abandonan las pequeñas mezquindades de sus respectivas vidas para convertirse en otra mujer y otro hombre. Irreales y hermosos, como los sueños. Un día Olga es brutalmente asesinada. Cuatro abogados son los sospechosos de haber cometido el crimen y el viejo decide que ya está harto de que la vida le arrebate todo lo que ama. Ya no le queda nada, sólo la venganza. Comienza a hacer planes para matarlos uno por uno. El hombre más peligroso es aquel que no tiene nada que perder… porque ya lo ha perdido todo.
Ganador del VI Premio Wilkie Collins de Novela Negra.
Nominado al Premio “Pata Negra” como mejor novela del 2017
Finalista del Premio Morella Negra Com la Trufa
Escrita con un estilo directo, en el que priman los diálogos y los sorprendentes giros argumentales, Ya no hay junglas adonde regresar rompe los esquemas establecidos dentro del género negro gracias a una trama ajena a convencionalismos, unos personajes originales y profundos —completamente alejados de los clichés—, y un ritmo trepidante que atrapa al lector.
Una historia que reposa en tres ejes: el amor, la violencia y la venganza. Un viejo apodado «El Gentleman» espera semana tras semana la llegada del jueves. Es el día en el que verá a Olga, una joven prostituta que despliega sus encantos de saldo en la calle Montera. Pero al viejo no le interesa el sexo.
Durante el tiempo que pasan juntos, ambos abandonan las pequeñas mezquindades de sus respectivas vidas para convertirse en otra mujer y otro hombre. Irreales y hermosos, como los sueños. Un día Olga es brutalmente asesinada. Cuatro abogados son los sospechosos de haber cometido el crimen y el viejo decide que ya está harto de que la vida le arrebate todo lo que ama. Ya no le queda nada, sólo la venganza. Comienza a hacer planes para matarlos uno por uno. El hombre más peligroso es aquel que no tiene nada que perder… porque ya lo ha perdido todo.
Cómo mola la inspectora Iborra. Un novelón.
ResponderEliminarRitmo, venganza y buena literatura. No hay que perder de vista a Carlos Augusto Casas.
ResponderEliminarExcelente. La recomiendo a todos .
ResponderEliminarlibro publicitado, ya que la entrevista no es otra cosa, libro que no leo
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